viernes, 23 de febrero de 2007


Estoy convencido de que ser un buen crítico de cine es el resultado inversamente proporcional a tener una vida, por eso mismo procuro no postear tan seguido como debería, o quisiera, con la insana intención de autoengañarme y fingir que aprovecho mi tiempo en cosas productivas (¿qué es ser productivo?) en lugar de usar más de 20 horas -a veces 30- a la semana en ver películas.

Y a unas cuantas semanas de viajar a Mar del Plata, para ser jurado en su XXII Festival Internacional de Cine, me queda claro que:

a) O me dedico a ver más cine del que actualmente veo....

b) O me voy organizando y haciendo más selectivo con lo que veo...

c) O confío, más de lo que actualmente ya confío, en mi instinto cinéfilo y en los golpes de suerte que el destino me depara en las tardes soleadas del desierto irritila en el que habito....

Está claro que la primera opción es imposible, sería convertirme en el dragón que se muerde la cola.....y la segunda va en contra de mi personalidad....¿ser organizado?....¿selectivo?...¿selectivo cómo?....¿leyendo reseñas cinematográficas de películas que no quiero ver o que ya ví?....¿cómo se decide ver algo?...¿realmente se puede decidir dejar de ver algún pequeño filme, escondido en una pequeña sala a la que solamente recurren 6 o 7 personas por función?....¿se decide ver algo sumamente tonto.....excesivamente hollywoodense?....No creo que se pueda decidir...creo que tiene más que ver con el hecho de que uno tenga buen gusto o no, neuronas o pelos de tonto...

Total. A lo que iba. Uno de esos golpes de suerte fue el cortometraje Cashback, realizado por alguien que se hace llamar Sean Ellis -no lo conozco en persona...pero de entrada se ve, por el discurso de su filme, que ha de ser buena persona...y profunda de mente-.

Lo dejo a su consideración...a mí -esto ya es una clara manipulación- me encantó.

Suerte con el tiempo detenido...